Las ensaladas son un alivio para las noches en que no tienes muchas ganas de cocinar porque llegas supercansanda, sin embargo, se agradecen que sean un poco diferentes. Nosotros las probamos todas, nos gustan y con cualquier acompañamiento suponen la cena perfecta.
Esta ensalada lleva miel, pero que no se asusten
los que no son muy amantes de ella, solo es un toque y no se nota nada (os lo
digo yo que no como mucha miel.)
Ingredientes (para dos personas):
- Lechuga de roble (o cualquier otra que os apetezca).
- 3 filetes finos de bacon.
- 12 medias nueces.
- 1 pera (que este durita).
- El zumo de ½ limón.
Ingredientes para el aliño:
- 1 cucharadita de sal.
- 1 cucharadita de miel.
- 2 cucharadas soperas de zumo de limón.
- 4 cucharadas de Aceite de Oliva Virgen Extra.
Preparación:
En una sartén amplia hacemos el bacón a la plancha,
debe de quedar muy crujiente, lo sacamos sobre papel absorbente y lo dejamos
que enfrié.
En la misma sartén salteamos las nueces, tened
cuidado llevan mucho aceite y se queman enseguida.
Pelamos la pera, la cortamos a tiras, y la rociamos
con el zumo de ½ limón para que no se oxide.
Montaje del plato:
La lechuga, encima el bacón cortado a trocitos, las
nueces y en un ladito la pera (al comerla la cortamos a trocitos pero para la presentación queda muy bien así)
Aliñamos con la mezcla anterior, si tenéis un
biberón en el mismo ponéis todos los ingredientes y lo agitáis, y sino en un vaso batiendo con un tenedor. La aliñáis y se sirve inmediatamente.